
Inés fue una mujer excepcional: una esposa dedicada, una madre amorosa, una hija y hermana presente, y una abuela profundamente conectada con sus nietos, a quienes amó con todo su corazón. Su vida estuvo marcada por el cuidado de su familia, la entrega silenciosa y una generosidad que se expresaba en cada gesto cotidiano.
Su paso por esta vida no solo dejó recuerdos, dejó valores, enseñanzas y una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de compartir su camino.